Aislamiento

aislamientoEl aislamiento o retraimiento en un niño o adolescente es ante todo algo relativo, ya que depende de cuan comunicativo, abierto y sociable se espere que sea. Esto a su vez depende de las características de su familia o grupo escolar. Seguramente en una familia que comparte todo tipo de actividades y que es muy expansiva a nivel afectivo, un niño callado que disfrute largos ratos dibujando , pueda ser preocupante. Es posible que sea un niño con otros tiempos o con un carácter diferente. Se trata de aceptarle e ir conociéndole tal cual es, dándole sus tiempos para comunicarse con su estilo personal.

La aislamiento en la  adolescencia es muy esperable. El adolescente necesita su espacio , crear su propio mundo y sobre todo marcar un territorio que deja fuera a los padres y otros adultos. Se transforman en verdaderos desconocidos, que se niegan a compartir casi nada. Son momentos difíciles a nivel familiar y hay que buscar estrategias, para por una parte entender que es lo que sucede y por otra, poner límites sin entrar en una batalla constante.

Otro motivo de aislamiento muy común es el que provoca el «enganche» a las consolas, móviles y ordenadores en general. La tecnología actualmente ofrece muchas respuestas y soluciones, pero a la vez genera problemas. En estos casos se debe ayudar al niño o adolescente con participación de la familia, a equilibrar su relación con estos recursos tecnológicos.

Ahora bien, cuando tanto en un niño como en un adolescente el aislamiento es prolongado y llama la atención tanto en el núcleo familiar, como en la escuela, es pertinente hacer una consulta profesional. Hay que tener en cuenta: si el aislamiento fue paulatino o repentino, si se manifiesta más claramente en un sitio que otro, si el rechazo o apatía es hacia los adultos, hacia los pares o a todos en general, si está acompañado de actividad (juego, dibujo) o no. Estos son los indicadores que nos ayudaran a hacer una valoración de la situación particular y brindar la ayuda necesaria.

Las causas del aislamiento pueden ser muchas: un estado de tristeza no reconocido claramente, por ejemplo una pérdida o separación que en principio no afectó la conducta del menor, puede que con el tiempo desarrollar síntomas de aislamiento y es necesario tratarlo. Otra causa posible son miedos, angustia, sensación de rechazo o fracaso e incluso estar padeciendo algún tipo de abuso.

Los casos que más preocupan son aquellos que obedecen al Trastorno del Espectro Autista. Estos generalmente se manifiestan en la primera infancia y un diagnóstico rápido puede ser la clave para un buen pronóstico.

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