Cuando el amor hace daño. El cuento del pulpo Nina

amigo dib
Os puedo explicar un cuento?

Érase una vez, en algún lugar a kilómetros y kilómetros debajo de la superficie del océano donde vivía una joven pulpo llamada Nina. Nina pasaba la mayor parte de su tiempo a solas haciendo creaciones extrañas con las rocas y conchas. Ella estaba muy feliz. Pero entonces un lunes el tiburón apareció.
«¿Cuál es tu nombre?», Dijo el tiburón.
«Nina», respondió ella.
«¿Quieres ser mi amiga?», Le preguntó.
«OKAY. ¿Qué tengo que hacer? «, Dijo Nina.
«No mucho», dijo el tiburón.
«Sólo … déjame comer uno de tus brazos».
Nina nunca había tenido un amigo antes, así que ella se preguntaba si esto es lo que tenía que hacer para conseguir uno. Ella miró sus ocho brazos y decidió que no sería tan malo renunciar a uno, por lo que ella donó un brazo a su maravilloso nuevo amigo. Todos los días de esa semana Nina y el tiburón jugaron juntos. Ellos exploraron cuevas, construyeron castillos de arena, y nadaron muy, muy rápido. Y todas las noches el tiburón tenía hambre y Nina le daba otra de sus patas para comer. Un domingo después de jugar todo el día el tiburón le dijo a Nina que estaba muy hambriento.
«No lo entiendo», dijo, «Ya te he dado 6 de mis brazos y ahora quieres uno más?».
El tiburón la miró con una sonrisa y dijo: «Yo no quiero uno. Esta vez quiero todos «.
«¿Pero por qué?», Preguntó Nina. Y el tiburón respondió: «Porque eso es lo que hacen los amigos».
Cuando el tiburón terminó de comer se sintió muy triste y solitario. Echaba de menos tener a alguien para explorar cuevas, construir castillos y nadar muy, muy rápido. Perdió mucho al perder a Nina , así que él se alejó nadando en busca de otro amigo.


Cuando escuché este cuento pensé que nada más se podía agregar, en el estaba explicada de forma desgarradora todo lo que sucede en una relación donde el “amor” es lo más nefasto que puede ocurrir, pero logré salir de la perplejidad y hacer lo mejor que se puede hacer frente a lo escandaloso, ponerlo en palabras y seguir escribiendo.
Este corto y perfecto relato está tomado de la película Las Vidas De Grace (título en castellano) Short Term 12 es su título original. Esta brillante película, la cual os recomiendo, se desarrolla  en un centro de acogida de adolescentes.

Hogares rotos, maltrato y abuso es lo que envuelve sus vidas. Una de las chicas que ahí vive, le cuenta esta historia, escrita por ella misma, a su educadora, lo cual lleva a esta a actuar para protegerla.
La expresión creativa, es un poderoso recurso tanto para elaborar y transformar el dolor, como para enviar  un mensaje al otro , en este caso  un extremo pedido de ayuda.
Este sencillísimo relato explica a la perfección lo que caracteriza a un vínculo en el que hay uno,  que por su estructura, de la cual puede que sea más o menos responsable, se convierte en un depredador del otro, hasta consumirlo.                                                                                                                                                                                                                                    Ejemplifica cualquier tipo de relación donde uno desea ser amado a cualquier precio y otro que se sirve de esa necesidad para hacer con el lo peor, aunque el mismo salga perdiendo. Posiblemente su naturaleza sea tan miserable que no sea capaz de hacer otra cosa. Lo encontramos permanentemente en relaciones de pareja, entre hermanos, entre padres e hijos o cualquier vínculo donde la implicación emocional es fuerte y haya una ascimetría,  uno tiene un poder sobre el otro.
La única diferencia radical en estas relaciones está en que un adulto tal vez pueda ser feliz jugando solo con conchas y rocas, pero un niño no tiene elección.

Un niño acepta al tiburón ciegamente porque le necesita. Un adulto , que seguramente por heridas en su infancia , ha entrado en un vínculo enfermo con el otro, tiene la posibilidad de reaccionar y salir de esa trampa que le conduce a un abismo.
El niño/adolescente está por su indefensión sometido de una forma mucho más inerme  a ese otro que debería cuidarle protegerle y enseñarle a respetarse, a poner límites a distinguir entre el buen amor y el abuso. Estamos frente a toda la variedad de maltrato infantil, que puede ser desde leve hasta muy grave.
Todo el tiempo ingresan en centros menores que provienen de hogares, donde son objeto de la devoración, esta puede ser física , psíquica o emocional. En realidad no hay tanta diferencia entre una y otra, el maltrato físico deja heridas emocionales y psicológicas , el maltrato psicológico produce daños en el cuerpo. Estos niños tienen una oportunidad, porque al haber salido de la profundidad de lo privado, de la cueva oscura de lo secreto, pueden encontrarse con alguien que les de un mejor lugar y que tal vez les haga saber que el otro , puede ayudar a vivir , puede brindar afecto sin pedir nada a cambio y que los seres humanos no somos todos bestias deseosas de comérnoslo. Hay muchos otros niños que no tienen esta opción, que nunca salen a la superficie y que son completamente fagocitados o que durante toda la infancia y adolescencia van alimentando a ese tiburón con jirones de su propia vida.
Este artículo está dedicado a todos los que tenemos la responsabilidad y el privilegio de escuchar y atender a aquellos que son o han sido parte del festín de algún ser insaciable que seguramente no sabe, no puede, o no quiere entender el amor como lo que debería ser, intentar brindar al otro lo que necesita para crecer y desarrollarse, recalco lo de intentar porque el amor nunca es perfecto.
Los que han sido un pulpo en la profundidad del mar , tienen dos opciones a lo largo de la vida: ofrecer sus patas como prueba de amor, es lo que han aprendido, e invitan a cenar a los tiburones dispuestos a ser sus parteners, o bien  transformarse en tiburón, solemos hacer a los demás lo que nos han hecho, por eso todos merecen algo de compasión.

Si tenemos la oportunidad de estar ahí, talvez haya más de dos opciones. Ayudarles a cicatrizar las heridas , a construir una prótesis , prestarles nuestros brazos , y sobre todo por mucho que nos provoquen jamás ser tiburones,  esto dará sentido a nuestra labor. Sin olvidar  nuestros límites. Es imposible volver el tiempo atrás, ni  restaurar completamente el daño, ni sustituir del todo, por algo mejor, a esos vínculos que, aunque precarios han sido importantes y forman parte de su historia , pretender eso sería pecar de soberbia, muchas veces nos tenemos que limitar a acompañar a estar y ofrecer otro tipo de juego.

No hay un solo cuento , ni es definitivo, los cuentos tienen versiones, finales diferentes y se pueden escribir muchos.

Aunque en principio cueste aceptarlo, aquel ser devorador puede tener, a una justa distancia, algo positivo que a aportar, aunque sea haber hecho que alguien se de cuenta que quiere vivir y que no está dispuesto a sucumbir. Posiblemente  haber hecho saber  que los compañeros de juego pueden tener cosas buenas y cosas malas y que debemos elegir.                                                                                            Hay que tener presente que no es posible ayudar a alguien a perdonar o a dejar en el pasado algo,  si nosotros mismos no lo hacemos.
Estar atentos a estos cuentos , a los dibujos y mensajes cifrados en sueños, de aquellos que solo encuentran esta vía para expresarse o simplemente estar ahí , sin juzgar es una misión digna que otorga dignidad.
También dirijo estas líneas a todos aquellos que se han ofrecido o se ofrecen a alguien para existir y que aunque hayan perdido unos tentáculos , puedan darse cuenta que en el mundo hay muchos otros seres y que no todos actuaran de la misma manera, pero que deben hablar, escribir , pintar , hacer lo que sea para salir de las fauces de aquel o aquellos que hacen, tristemente lo que su perversa naturaleza les dicta.

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