Las situaciones fóbicas son muy variadas: a lugares abiertos, a sitios cerrados, a enfermedades y contagios, a la perdida de la cordura, a reacciones fisiológicas indeseadas (desmayos, vómitos , incontinencia), a animales, a accidentes en la carretera, a viajar en avión, a hablar en público, sin olvidar el miedo a los ángulos rectos o a los espejos, entre otros. El que padece una fobia cree construir cuidadosamente un muro de protección o una ventana de salvación y lo que hace es añadir día a día un barrote a su prisión, aunque esta sea un espacio abierto del que no puede escapar.
La función de la psicoterapia es dar las llaves para que la persona sea realmente dueña de su libertad. El mundo , el cuerpo, los espacios sean sus aliados y no sus enemigos.
Cuando el miedo se transforma en pánico y el objeto o situación que lo producen es estable, previsible y reiterado estamos frente a una fobia.

Las situaciones fóbicas son muy variadas: a lugares abiertos, a sitios cerrados, a enfermedades y contagios, a la perdida de la cordura, a reacciones fisiológicas indeseadas (desmayos, vómitos , incontinencia), a animales, a accidentes en la carretera, a viajar en avión, a hablar en público, sin olvidar el miedo a los ángulos rectos o a los espejos, entre otros.
Todos ellos funcionan de forma similar y tienen por efecto la anulación total o parcial del desarrollo natural de la vida de quien los padece, quien condiciona su trabajo, actividades y relaciones a defenderse del miedo.
Estas fobias se presentan en forma única o pueden sumarse y combinarse. Logicamente la fobia misma produce ansiedad y puede producir depresión por las limitaciones que acarrea. La fobia puede padecerse durante mucho tiempo, ya que las personas van adecuando su vida a ellas , e incluso sus familias y amigos suelen participar “ayudando” al fóbico con su problema.