Cual es la Justa Medida? las exigencias de la vida , de los afectos y de nosotros mismos nos obligan a una valoración compleja. Tal vez sea fácil para algunos y muy difícil para otros, distribuir el tiempo, la energía, la responsabilidad, el amor entre las personas y las actividades que desarrollamos cada día, en realidad es todo un desafío
A veces nos pasan los días en una carrera loca , en que desconectamos completamente de nuestras verdaderas necesidades.
Preguntarnos que necesito hoy, aquí y ahora para mí , puede parecer una locura.
Vivimos épocas complicadas, si tienes un trabajo parece que debes hacer lo que sea para conservarlo, responder a todo tipo de demandas de tus jefes, del mercado, del público. Quedarte trabajando hasta altas horas, asumir responsabilidades por las que no te están remunerando correctamente, soportar faltas de respeto.
Los hijos son fuente de amor y satisfacción, pero que pasa cuando la palabra obligación y control predomina por sobre cariño, educación o comprensión. Muchas veces los niños se vuelven tiranos y si sumamos esto a nuestro nerviosismo y cansancio, se producen situaciones familiares asfixiantes y agotadoras.
El estar en pareja es algo que elegimos y debería ser una elección que se renueve periódicamente, en base al grado de crecimiento, cobijo, ternura y estabilidad que nos brinde (o los sentimientos que hayamos buscado cuando decidimos comprometernos), sin embargo muchas veces se transforma en un peso, nos sentimos solos y posponemos una y otra vez una charla, una toma de contacto real.
Hacer actividad física y comer bien son costumbres saludables que nos aportan la sensación de estar cuidándonos y haciendo algo por nosotros mismos. El deporte debería aportarnos incluso una parte lúdica y de entretenimiento y la alimentación placer y alegría, pero suele suceder que una de estas cosas o ambas se transforma en una exigencia agobiante “tengo que bajar x kilos” “ tengo que mejorar mi tiempo en la piscina” sumado a un alto nivel de culpabilidad cuando no cumplimos con nuestra cita al gimnasio. Ni hablar de las privaciones con la comida , las que concretamos y las que son solo una frase “me pondré a dieta y bajaré el colesterol” mientras para calmar nuestra angustia nos atiborramos de grasas, azúcares y alcohol.
Son muchas las situaciones , relaciones y circunstancias que nos llevan cotidianamente a desconectarnos de lo que realmente necesitamos y queremos.
La energia y el tiempo son limitados y debemos prestar atención a que lo dedicamos.
Muchas veces la obligatoriedad y la exigencia las utilizamos para evadir conflictos , tensiones o decisiones
Respondemos a un otro real o imaginario que espera ciertas respuestas a las que no podemos negarnos, al menos eso creemos.
Postergamos indefinidamente la pregunta sobre donde estamos y donde queremos estar, o nos respondemos de forma engañosa que no tenemos elección, ESTO NO ES ASI.
Siempre podemos replantearnos nuestra realidad y ejercer cambios significativos en nuestra vida. Atrevernos a dar el paso de salirnos del esquema predeterminado y crear nuestra propia forma de trabajar, de amar, de cuidar y de ser responsables.
Quiere decir esto que hay que dejarlo todo y comenzar de nuevo? No necesariamente. Quiere decir que el miedo nos paraliza, que las exigencias nos anulan, que el consumo nos obsesiona, que la idea que tenemos del éxito y la felicidad muchas veces no nos pertenecen y que por alguna razón creemos que debemos aceptarla.
Para otorgar la justa medida a cada cosa y cambiar aquello que ya no nos funciona solo hace falta una cuota de valor y determinación.
Establecer una lista de prioridad PERSONALES, esta simple idea de hacer una lista con lo que realmente es fundamental para nosotros, nos hace tomar perspectiva y verificar si actuamos de acuerdo o no, con lo que es importante.
Tomarse un momento cada dia para respirar, caminar tranquilamente y conectar con lo que nos iría bien en ese momento y con honestidad respondernos si realmente no lo podemos hacer, puede que no, pero sabremos algo, hacia donde tenemos que intentar dirigir nuestra energía y nuestra voluntad.
Si algo en nuestra vida funciona mal, pregúntate que has venido haciendo para resolverlo, probablemente insistas una y otra vez en una solución que fracasa, no hacer nada, es una forma de aumentar el problema. HAZ ALGO DIFERENTE fracasa de otra manera.
Di que NO, el mundo no se detendrá, tus hijos no te dejaran de querer y si lo haces bien y en forma oportuna no perderás tu trabajo.
Que puedo hacer hoy para vivir de forma real y coherente conmigo mismo?
Hacernos esta pregunta nos puede orientar.
Recordemos que vivir responsablemente siendo concientes de que construímos nuestra realidad es el mayor acto de amor hacia nosotros mismo y hacia los demás.