La imagen que ilustra este artículo , es mi imagen preferida para representar el trabajo psicoterapéutico.
Hacer renacer la vida y la fuerza ahí donde las circunstancias son adversas o los recursos personales están mermados o devastados.
Es decir toda psicoterapia, sea de la orientación que sea, tiene como objetivo: potenciar y desarrollar la capacidad de resiliencia de una persona.
En física se utiliza el termino resiliencia para definir la capacidad de los materiales para recuperarse de la deformación producida por una fuerza externa. Según de que material se trate y de sus características , este , luego de ser sometido a una fuerza o energía externa como el calor o la presión, puede volver a su estado o forma original
Es una muy buena metáfora para entender lo que puede suceder con las personas cuando han atravesado una situación traumática , una pérdida, una agresión u otras situaciones que por su intensidad e importancia desestabilizan el medio vital en que alguien vivía hasta ese momento.
La gran diferencia con los materiales reside en que , el hierro o el cobre pueden, o no, retornar a un estado anterior , pero las personas resilientes al superar lo adverso son aún más fuertes , es decir ya no son las mismas
Los seres humanos que han vivido en circunstancias de inestabilidad, violencia, han superado graves enfermedades , padecido abusos, discriminación , abandono, pueden quedar gravemente afectados para toda su vida o pueden, luego de haber sanado sus heridas, transformarse en personas más sabias, más flexibles, más fuertes y compasivas.
En ocasiones, y son los casos más sorprendentes, hay niños que desde que nacen crecen en un medio hostil y a pesar de ello se desarrollan saludablemente demostrando una enorme capacidad de resiliencia.
Así como los materiales , tienen diferentes grados de resiliencia las personas también.
Frente a unos hechos similares, no todas las personas se recuperan de la misma manera.
La capacidad de resiliencia depende de muchos factores.
En el caso de niños pequeños, se puede atribuir su capacidad de resiliencia a un factor genético de carácter que hace que puedan defenderse de un medio hostil y sobrevivir de manera sana, también cabe pensar que así como hay factores fuertemente nocivos que minan y perjudican el estado emocional , pueden coexistir otros que sirvan como punto de apoyo y propicien la capacidad de resiliencia. A veces, el hecho de compartir la situación traumática con otro, un hermano o un amigo, tener un animal de compañía, refugiarse en una actividad intelectual, pueden ser sutiles soportes de la resiliencia.
Que factores claramente aumentan la capacidad de ser resilentes?
Compartir con iguales los hechos traumáticos funciona como un espejo que se transforma y aporta diferentes vivencias sobre unos hechos. Esto facilita que las personas no se queden capturadas por su personal vivencia de lo ocurrido.
Escribir y describir sobre todo aquello que produjo nuestras heridas, también es una excelente herramienta para elaborar lo ocurrido y tomar distancia . Escribir es siempre re-escribir, con cada nuevo texto hacemos una nueva versión , tomamos un papel activo frente aquello de lo que fuimos objeto pasivo. Muchas de las grandes obras literarias son el producto de un laborioso proceso de sanación, que han concluido en una obra de arte.
Afrontar, nunca es aconsejable negar o evadirse de aquello que nos hizo daño, para poder superarlo he de mirarlo de frente. Transitar por la escena temida y penosa ,sabiendo que ya estoy fuera de ella
El junco que se dobla pero no se rompe
La flexibilidad, en la medida que somos menos rígidos somos más fuertes. Cuando tenemos unos ideales o exigencias muy fuertes sobre como deberían ser las cosas, más nos cuesta aceptar y digerir los cambios y los momentos dolorosos. Es fundamental para recuperarse de una adversidad incrementar la capacidad de aceptación y no quedarnos pegados a lo que debería haber sido. La flexibilidad y la capacidad de adaptación son características que propician en gran medida la posibilidades de superar y regenerarse tras el dolor y la adversidad.
Mirar hacia las propias necesidades y fortalezas y no dirigir una mirada constante sobre los demás a quienes consideramos “más afortunados”, esto no ayuda en nada. Solemos creer que a los otros la vida les es más fácil. Nuestra vida es única e intransferible, solo depende de nosotros salir de las dificultades, aprender y evolucionar.
Aquello terrible, traumático, insoportable que ocupó una parte de nuestra vida NO ES TODA nuestra vida, no somos ese dolor, esa pena, ese abuso, esa disminución, esa impotencia, ese duelo. Aquello es una parte de la vida no somos ESO, somos muchas cosas más.
Resiliencia es lo contrario a victimismo
Haber sido víctima en un momento o período de la vida, no justifica sentirse víctima para toda la vida. Sin duda hay que dar espacio al dolor, el malestar y hasta la rabia, pero si nos quedamos fijados en estos sentimientos nos debilitamos y aquello que sucedió o incluso que aún sucede termina siendo el dueño absoluto de nuestra realidad.