La depresión es un estado de ánimo que solemos identificar, como triteza, apatia, desgano, perdida de interés, paulatina renuncia a actividades y motivaciones, abandono personal, e incluso deseos de no seguir viviendo.
Existen diferentes tipos de depresión , estos se manifiestan en una etapa de la vida, o bien pueden ser una tendencia de ánimo, que caracteriza a una persona desde siempre. En ambos casos es tratable y modificable.
Según la intensidad del caso estos estados afectan en mayor o menor grado la vida cotidiana y por su causa van dificultando la vida relacional, laboral y familiar, sumando cada vez más motivos para encontrarse mal.
Las razones por las que la depresión aparece son múltiples y hay y que valorar en cada caso la mejor manera de modificar, tanto las causas como los efectos del estado depresivo.
Solo un 2% de los casos diagnosticados como depresión deberían ser tratados en primer momento con psicofarmacología . El otro 98 % se ha de tratar inicialmente con psicoterapia y solo en forma complementaria con fármacos en caso que fuera necesario.
Causas posibles de la depresión:
Pueden tener su origen en una perdida, un duelo que se prolonga en el tiempo.La persona puede ser conciente o no, del origen de su apatía y tristeza. También puede obedecer a un mecanismo generalizado de interpretación de sí mismo y del entorno, donde todo y todos son decepcionantes, empezando por si mismo.

La rabia y la frustración hacia otros, que supuestamente no han estado a la altura, puede conducir a la depresión incluso a la ideación suicida.
Otras posibles causas son una crisis de ansiedad, las limitaciones que una fobia o un trastorno obsesivo puedan acarrear, o trastorno alimentario , en estos casos el estado depresivo aparece como secundario a otros problemas.