“Estoy en ese momento de la vida en que soy mayor para empezar de nuevo y muy joven para rendirme»
Vi esta frase en alguna red social estos días y me dejó pensando. Creo que está dirigida a aquellas personas que por alguna razón no son felices, no se encuentran donde desean estar, o han sufrido un duro golpe emocional que les obliga a replantearse su vida.
El primer impulso es responder que nunca es tarde para volver a empezar , que siempre vale la pena intentar transformar nuestra vida para que se parezca a aquello que deseamos. La mejor opción parece ser quedarse con la segunda parte de la frase : “demasiado joven para rendirme”
Sin duda debemos alentar en nosotros la parte que nos impulsa al realizar nuestros sueños y a creer en nosotros mismos, en nuestras capacidades y posibilidades.
Aunque no podemos evadir dos realidades :
1ª Para volver a empezar debo saber hacia donde me dirijo
“Solo se pueden cumplir los sueños que han sido soñados”
Podemos sentir en momentos o etapas de la vida que no estamos satisfechos con lo que hacemos, que nos invade e l aburrimiento, la rutina, el cansancio. Que nuestra vida es muy dura en diferentes aspectos, demasiadas responsabilidades, exceso de trabajo, una pareja que no resultó ser lo que esperábamos etc.
Si nos preguntamos que es exactamente lo que deseamos cambiar, y como sería nuestra vida si pudiéramos volver a empezar y no sabemos que responder , será mejor que nos detengamos y valoremos a que se debe esa sensación . Hasta que no tengamos un horizonte de cambio es mejor no actuar, la impulsividad no suele ser buena consejera.
Si seriamente nos planteamos que cambiar en nuestra vida si pudiéramos y modificar esa parte que nos impide ser felices y resulta que las respuestas son vagas o implican cambios en el mundo exterior que no dependen de nosotros. Entonces seguramente no es factible realizar esa transformación , ese renacer. Es necesario no solo saber de que me quieroliberar sino saber que deseo conseguir.
No creo en que romper la baraja y volver al punto cero de por sí traiga las respuestas y la energía para encontrar el camino correcto.
A no ser, claro está, que se trate de protegerme de una situación de violencia o peligro,donde siempre lo mejor es tomar distancia como sea.
Si necesito cambiar ante todo debo preguntarme :
- Que parte de mi vida es la que menos me satisface?
- Como sería mi día a día si pudiera hacer un cambio importante?
- Que aspecto depende de mi , de mi voluntad , esfuerzo y decisiones para hacerlo?
Solo entonces podremos valorar si estamos en condiciones de renunciar a lo que nos ata a nuestra vida actual para procurar recomenzar de una forma diferente
La renuncia es un aspecto importante ya que si por ejemplo deseo volver a empezar en otro lugar del mundo o trasladarme de la ciudad al campo debo estar dispuesto a renunciar a las condiciones de vida que tenga donde estoy actualmente. Una cosa es segura TODO no se PUEDE
Como veis me parece importante no tomar la PARTE por el TODO. Puede que creamos que toda nuestra vida es un desastre y que qusieramos cambiarlo todo, que todo fuera nuevo y diferente. Seguramente esta posición no resistiría un mínimo análicis. No se trata de irnos a Marte . Debemos establecer que mínimos aspectos de nosotros mismos y nuestra realidad deseamos conservar y cuales se nos hacen más agobiantes y pesados.
Pensar en ternimos de TODA nuestra vida tambien puede ser una trampa. Si no puedo dejar mi trabajo porque no tengo otra forma de supervivencia, primero eso no tiene uq es er siempre así , segundo puedes por ejemplo formarte para algún dia poder dejarlo . ESO ES UN GRAN PASO.
2ªNo siempre se puede volver a comenzar en ciertas áreas
Si nuestra frustración tiene que ver con lo laboral o profesional , seguramente hay infinidad de nuevas posibilidades para hacer un cambio de vida.
Pero es verdad que si tenemos más de 30 años no podremos plantearnos dedicarnos por completo al atletismo , o si tenemos 50 puede que ya no podamos ser concertistas de piano si nunca hemos tocado este instrumento.
Lo que no vale es buscar excusas relacionadas con la edad o las circunstancias para no atrevernos ni siquiera a explorar otras opciones de vida más satisfactorias, eso es cobardía
Puede que seamos mayores para ser atletas olímpicos y si ese era nuestro sueño tendremos que enfrentar el duelo por no haberlo intentado. Pero si los que nos motiva es el trabajo corporal , el movimiento , el perfeccionismo, seguramente habrá actividades y profesiones en las cuales nos podremos realizar aunque no seamos adolescentes.
Lo mismo en el terreno emocional. Puede que nos demos cuenta que la vida familiar no es lo que quisiéramos , que los hijos y las obligaciones nos superan y soñemos con dejarlo todo y dar la vuelta al mundo.
Evidentemente no se trata de abandonar las responsabilidades que voluntariamente hemos asumido. Pero nadie nos dice que no podamos contagiar a nuestra familia de ese espíritu de aventuras o , si renunciamos a hacer lo que los demás esperan de nosotros todo el tiempo, podamos alejarnos una temporada y hacer algo de aquello que venimos postergando hace tiempo.
Volver a empezar es siempre posible, se tienen que cumplir tres condiciones.
- Saber que deseo cambiar
- Valorar el grado de realización posible
- Tener valor y responsabilidad